¡Apúntele bien!
Acuerdo Migratorio, verdad que duele
Por. - César adrián Castro Aguilar
"Hagamos que la migración beneficie a los migrantes y los países por igual. Se lo debemos a los millones de connacionales que, con su valentía, su vitalidad y sus sueños, ayudan a que nuestras sociedades sean más prósperas, flexibles y diversas." (ONU)
Con la nueva política migratoria de Donald Trump en los EEUU, se debe fomentar la Unión Nacional para combatir la pobreza en sus dos expresiones: la patrimonial y la alimentaria, lo cual crea las condiciones que incuban las razones del trabajo asalariado y la emigración.
En este contexto convergen y se asientan los pueblos indígenas además de los recolectores de plantas útiles del desierto y semi-desierto donde se localizan 19 municipios que corresponden al 44 % del territorio estatal y en general los marginados quienes fueron sistemáticamente desplazados a las tierras apartadas de escaso potencial productivo.
El circulo pernicioso de la desesperación integrado por tierras de mala calidad e insuficientes, altas tasas de crecimiento demográfico, sobreexplotación de los recursos naturales, desertización, desastres naturales, baja productividad, alta morbilidad y muerte, ha tenido ante el abandono del estado mexicano una sola salida la emigración.
Esta realidad explica la reiterada insistencia de arriesgar la vida abandonando casa y familia en busca de las opciones negadas en el lugar de origen a pesar de la inminencia de morir asesinados a manos de los grupos de ultraderecha engendrados por la sociedad norteamericana o deshidratados por la inclemencia del desierto, o bien amenazados por los grupos delincuenciales que se han apoderado de los pasos fronterizos, situación que antes y ahora ha convertido su destino en incierto.
El tema del campo empobrecido, los mexicanos y el gobierno federal hemos adoptado por desdeñarlo como si esa lacerante realidad no existiera o bien no fuera de nuestra incumbencia, desplazamos a los campesinos pobres y a los pueblos indígenas a las tierras magras y dada su lejanía, estos compatriotas no figuran entre las prioridades de la nación.
Por su parte el gobierno federal ensaya dependencias, crea oficinas muy cercanas al presidente de república, pero muy alejadas de los pueblos indígenas, las Secretarías de los diferentes niveles de gobierno anuncian esfuerzos de coordinación que jamás se concretan, los costos de administración y la dispersión programática sientan sus reales y la pobreza de los apoyos se suma a la pobreza de los sujetos de derecho.
Los desarraigados viviendo en barracas en los campos de la agricultura de exportación o hacinados en un departamento del otro lado de la frontera envían miles de dólares a sus esposas, hijos y padres manteniendo de este modo la esperanza del retorno triunfante que ahora se ve amenazado por la amenaza del fascista expresidente de los EEUU Donald Trump quien festinaba la construcción imaginario del muro fronterizo en la frontera sur de nuestro país a través de la Guardia Nacional.
En contrapartida las empresas transnacionales aprovechándose del TMEC compran insumos fuera del país, explotan la necesidad de trabajar de los asalariados ,envían sus utilidades al exterior y exigen apoyos y subsidios extraordinarios para permanecer en México, mientras que nuestros emigrantes arriesgan el pellejo, contribuyen al fortalecimiento de la economía norteamericana, viven en condiciones infrahumanas en muchos de los casos, ahorran el salario escamoteado por los patrones aprovechando la irregularidad de su condición migratoria y envían las remesas a sus familias en México.
Este esfuerzo valioso representa ya la primera entrada de divisas, constituye el triple del presupuesto anual asignado a la SADER y juega un papel predominante en la gobernabilidad y estabilidad económica del país.
La repercusión social alcanza diferentes manifestaciones.
El efecto combinado de la salida de la población de mayor aptitud fomenta la renta de la tierra, el abandono de la actividad productiva o en el peor de los casos, el subaprovechamiento y la caída de la productividad.
Tiene además otras incidencias, una de ellas arroja el deterioro de los recursos naturales caracterizado por la erosión del suelo y la invasión de maleza y en materia agraria la desintegración de la asamblea, la perdida de liderazgo y de capacidad de gestión, así como la cancelación del proyecto de futuro de los conglomerados.
A la condición fantasmal de las poblaciones rurales se agrega la desvalorización de su capacidad colectiva de hacer y progresar dejando la escasa capacidad productiva en manos de un campo envejecido que ante la disyuntiva por no contar con programas institucionales alimenta la desesperanza de los jóvenes emigrando hacia otras latitudes en busca de un mejor nivel de vida, por lo que ante este panorama desolador en el peor de los casos los jóvenes encaminan sus pasos al dinero fácil del narcotráfico, atrasando aún más el paupérrimo entorno familiar del medio rural.
Los indígenas, campesinos, jornaleros agrícolas y trabajadores migratorios históricamente han enfrentado una problemática caracterizada por la violación sistemática de sus derechos humanos y laborales, contratación leonina, inseguridad en la permanencia del empleo, salarios sumamente inferiores a la productividad que generan, circunstancias de traslado lamentables, discriminación social y laboral y sobre todo autoridades que soslayan su responsabilidad en el tema de los trabajadores del campo, manteniendo la indefinición jurídica e inseguridad social de los jornaleros ya que implementan programas selectivos a través de proyectos creados en las rodillas que solo favorecen a los dueños del capital dejando en el abandono y la incertidumbre a los productores rurales.
¿Que pasara?
Mentas y mentadas. - una_299@hotmail.com
6Tú, Dolores Carrillo, Gabriela Castro y 3 personas más
Me gusta
Comentar
Compartir
0 comentarios
Activo
0 Comentarios