
Con el reparto agrario no acabo la pobreza de los campesinos
By César Adrián - octubre 03, 2020
Por.- César Adrián Castro Aguilar
Después de que Lázaro Cárdenas del Rio iniciara el reparto agrario el 6 de Octubre de 1936, a través del cual los campesinos cambiaron los fusiles por implementos agrÃcolas para hacer producir la tierra en sus propias parcelas; las pobrezas, injusticias e inequidades no han acabado para los hombres del campo.
Después de que Lázaro Cárdenas del Rio iniciara el reparto agrario el 6 de Octubre de 1936, a través del cual los campesinos cambiaron los fusiles por implementos agrÃcolas para hacer producir la tierra en sus propias parcelas; las pobrezas, injusticias e inequidades no han acabado para los hombres del campo.
La realidad que viven los habitantes del medio rural difiere considerablemente de lo que manifiesta el gobierno federal, lo cual contradice por su severidad y realidades estas cuentas alegres, pues el desengaño y coraje que se vive en el campo en nada tiene que ver con las falacias que desde palacio nacional se recetan y los productores agrÃcolas solo reciben una falta de respuesta a sus demandas.
Las estructuras de gobierno federal no han apoyado en verdad las grandes necesidades de los campesinos, hoy la sociedad clama por terminar con tantas promesas incumplidas y existe la necesidad de llevarles un mensaje fresco y esperanzador pero libre de mentiras, con propuestas realistas que calen en el sentimiento popular y broten de la difÃcil realidad de los productores agrÃcolas, los cuales siguen a la espera de justicia social con desarrollo equilibrado.
La eliminación del latifundismo permitió constituir los ejidos y comunidades que son el corazón de la economÃa campesina gracias a quienes en su momento apoyaron un agrarismo revolucionario con un pensamiento de avanzada.
En la Unión Nacional de Artesanos no abandonaremos la lucha a favor de los desprotegidos y los productores sin tierra, pues quién no recuerda sus orÃgenes está condenado a la ignominia de no saber de dónde viene ni a donde va; por eso planteamos una alianza comprometida y participativa con los campesinos del sector social donde el gobierno federal desprecia a los más pobres con un modelo económico que solo nos ha traÃdo incertidumbre social.
• El fracaso de una persecución
Por. César Adrián Castro Aguilar
La represión es un fenómeno que se ha desarrollado en el paÃs para satisfacer la percepción única de estado donde exista una concordia aunque esta sea falaz.
Una de las más fructÃferas banderas de la oposición mexicana ha sido el tan comentado 2 de octubre de 1986 el cual mostró sin duda el autoritarismo del gobierno federal ante la exigencia de una esperanza de vida nueva y distinta del modelo económico de paÃs que solo beneficia a unos cuantos.
Este suceso mostró la paternidad indiscutible de su autorÃa a través de una indagatoria de la fiscalÃa especial que concluyo lo que ya existÃa en el imaginario popular el cual conoce perfectamente los rostros de estos responsables de la masacre estudiantil que aglutino muertos, presos, desaparecidos, cárceles clandestinas ,centros de tortura etc.
No obstante estos hechos quedan de manera permanente en la memoria a través de los testimonios grabados y vistos por quienes sobrevivieron a los acontecimientos, quienes siguen buscando donde quedaron los desaparecidos o sus cuerpos y quien o como pagara por estos hechos.
Pero el problema no es siquiera la falta de castigo a los responsables sino la poca claridad sobre una verdad necesaria que no ha sido atendida pues no se ha conseguido ni siquiera el objetivo de justicia y reconciliación que se ha buscado para darle la vuelta a la pagina.
Solo se han conseguido gestos simbolices de integración de órganos de fiscalización que culminaron en la realización de un señalamiento publico muy limitado por la gravedad de lo que aconteció en Tlatelolco.
El daño moral permanece atado a la imaginación colectiva como una venganza insatisfecha y sigue sin importar la poca claridad sobre una verdad ineludible que no ha traÃdo culpables castigados y solo se han dicho cuestiones relativas ya que el hecho de imputar a los asesinos sus responsabilidades ha sido imposible debido al trueque entre partidos polÃticos que imponen el silencio de los muertos a cambio de alcanzar los acuerdos parlamentarios que beneficien a los poderosos donde la justicia para los sacrificados del 68 sigue durmiendo el sueño de los justos.
¿Que pasara?
Una de las más fructÃferas banderas de la oposición mexicana ha sido el tan comentado 2 de octubre de 1986 el cual mostró sin duda el autoritarismo del gobierno federal ante la exigencia de una esperanza de vida nueva y distinta del modelo económico de paÃs que solo beneficia a unos cuantos.
Este suceso mostró la paternidad indiscutible de su autorÃa a través de una indagatoria de la fiscalÃa especial que concluyo lo que ya existÃa en el imaginario popular el cual conoce perfectamente los rostros de estos responsables de la masacre estudiantil que aglutino muertos, presos, desaparecidos, cárceles clandestinas ,centros de tortura etc.
No obstante estos hechos quedan de manera permanente en la memoria a través de los testimonios grabados y vistos por quienes sobrevivieron a los acontecimientos, quienes siguen buscando donde quedaron los desaparecidos o sus cuerpos y quien o como pagara por estos hechos.
Pero el problema no es siquiera la falta de castigo a los responsables sino la poca claridad sobre una verdad necesaria que no ha sido atendida pues no se ha conseguido ni siquiera el objetivo de justicia y reconciliación que se ha buscado para darle la vuelta a la pagina.
Solo se han conseguido gestos simbolices de integración de órganos de fiscalización que culminaron en la realización de un señalamiento publico muy limitado por la gravedad de lo que aconteció en Tlatelolco.
El daño moral permanece atado a la imaginación colectiva como una venganza insatisfecha y sigue sin importar la poca claridad sobre una verdad ineludible que no ha traÃdo culpables castigados y solo se han dicho cuestiones relativas ya que el hecho de imputar a los asesinos sus responsabilidades ha sido imposible debido al trueque entre partidos polÃticos que imponen el silencio de los muertos a cambio de alcanzar los acuerdos parlamentarios que beneficien a los poderosos donde la justicia para los sacrificados del 68 sigue durmiendo el sueño de los justos.
¿Que pasara?