EDITORIAL
El resquebrajamiento de la confianza ciudadana en las diferentes corporaciones policíacas tiene que ver en el abandono de la lucha por buscar los mejores perfiles de elementos policíacos con capacidad profesional y honestidad demostrada, sobre todo, con voluntad para encabezar la lucha en contra de la delincuencia, pues a la fecha solo se ha fingido que se avanza en la aplicación de exámenes de control y confianza.
Es muy común enterarnos de que son los mismos responsables de brindar seguridad a la ciudadanía aunque no todos, quienes la mantienen atemorizada, pues no falta el agente de tránsito corrupto que se esconde tras de un árbol o poste para pescar in fraganti a los sufridos conductores y arreglar todo con la consabida mordida o bien el agente investigador que se pasea con tremendo “pistolón” en la cintura pavoneándose ante el ciudadano asustado que a estas alturas ya no sabe de quien cuidarse pues “de noche todos los gatos son pardos”.
Obligado es subrayar que los responsables de aplicar la justicia deben demostrar a la ciudadanía una conducta apegada a Derecho, así como una honestidad destacada, lo que permite generar certidumbre, en cuanto a la gran responsabilidad que representa el actuar con firmeza y rectitud para buscar una coordinación real y efectiva entre todas las corporaciones de seguridad en el Estado para combatir a los malosos.
El gobernador del estado Dr. José Rosas Aispuro ha insistido en la profesionalización de los cuerpos de seguridad a través del mando único como el caso de la laguna de Durango y Coahuila y dando oportunidad a los nuevos egresados de las academias policíacas; dado que el hecho no hayan ocupado cargo público alguno, los hace merecedores de una mayor confianza, pues conocido está que es mejor enseñar que quitar mañas y solo combatiendo la inseguridad se alienta la creación de fuentes de empleo que ya de por si es tan necesario para nuestra gente pues los inversionistas quisieran que sus capitales fuesen invertidos en regiones donde impere la tranquilidad y la armonía laboral.
Hoy por hoy se destaca la grave crisis de seguridad que actualmente vive el País, derivada de la confrontación entre bandas delictivas organizadas; provocando incertidumbre social en las entidades limítrofes y debemos de reconocer que el estado de Durango es de los calificados como más seguros del país por lo que es muy necesaria la coordinación real entre las corporaciones de seguridad, enfocando más recursos materiales y económicos del gobierno federal para que el estado pueda otorgar mejores salarios para la prevención de los delitos y es en este punto: que la Fiscalía General del Estado; la policía investigadora de delitos, junto con la policía estatal preventiva y la dirección municipal de seguridad publica pudiesen dar la lucha para enfrentar la incertidumbre y zozobra por la falta de seguridad que se vive en algunas zonas.
Por otro lado, ojalá con el cambio de nombre de la Policía Investigadora de delitos cambiaran también a los malos elementos que tanto han dañado la imagen de la corporación abusando de los ciudadanos que tristemente han caído en las garras de estos elementos policiacos.
Lo que la ciudadanía espera es que no sea el mismo infierno, con los mismos demonios, solo con otro nombre ¡pero es tan difícil!
veremos y diremos.
#LaHistoriaSigue