• Se gradúan 24 alumnas que tardaban hasta 14 horas desde la sierra para estudiar en la capital: Sonia Flores Arce, directora del COBAED.

• “A pesar de lo lejos, logré mi objetivo y terminé mi bachillerato”: Irene Chamorro, de la comunidad indígena tepehuana

“A pesar de ser mamá, esposa y abuela, me siento como de 20 años porque estoy logrando mi objetivo”, expresó Irene Chamorro Tomás, indígena tepehuana al concluir su preparatoria con el programa para comunidades marginadas del Colegio de Bachilleres del Estado de Durango (COBAED), donde a nombre del gobernador Esteban Villegas, la directora del plantel, Sonia Flores Arce reiteró su compromiso para seguir impulsando una educación de calidad e incluyente para todos.

Fue justamente Irene, que en representación de los 24 graduados, manifestó a sus demás compañeros que nunca se deben dar por vencidos, tanto en la ciudad como en comunidades alejadas, para que logren sus metas, ya que si lo intentan, por supuesto que lograrán todo aquello que se propongan.

“Esta es una graduación de las comunidades marginales en donde tenemos alumnos que hacen 14 horas para llegar, ellos estudian en vacaciones, estamos muy contentos por esta entrega de 24 jóvenes de las comunidades que tenemos a lo largo y ancho de nuestro estado”, dijo la titular COBAED, Sonia Flores Arce.

La directora destacó la importancia de los padrinos en esta modalidad de estudios, pues se cuenta con jóvenes talentosos, por ello, se espera que continúen con sus estudios como Irene, que tiene el sueño de seguirse preparando en Enfermería, o el caso de Felipe, que quiere ser contador y ya tiene su ingreso a la FECA.

Por su parte, Alejandro Gurrola, un empresario duranguense que apadrinó a una joven estudiante, dijo creer en los jóvenes, ya que en ellos está el motor para ayudar al estado a crecer más y aprovechó para agradecer al gobernador Esteban Villegas por  el impulso que da la familia COBAED, ya que está incluyendo a todos los jóvenes.

Finalmente, Irene agradeció al gobernador Esteban Villegas y a su esposa Marisol, ya que al comenzar su encomienda, acudió a San Francisco de Lajas para atender las necesidades de la gente y lo ha hecho; “yo fui maestra en CONAFE, yo me trasladaba en un burro con mis maletas a un lado, ya era madre de tres hijos y nunca los dejé, ahora ya me siento libre y me siento muy orgullosa”.