Trump renuncia a un nuevo debate con Harris tras la derrota del martes en la ABC

Por Blanca Maldonado - septiembre 13, 2024



No habrá un segundo debate entre Donald Trump y Kamala Harris. La derrota sufrida el pasado martes en el cara a cara de la cadena ABC ha escocido profundamente no en las filas republicanas, sino en el entorno de la familia Trump, que hoy, entre insultos y descalificaciones, ha descartado una nueva cita: "Kamala se apareció en el de la Fox y se negó a hacer en la NBC y la CBS. Ella decía centrarse en lo que debería haber hecho en los últimos casi cuatro años. No habrá tercer debate", ha escrito el ex presidente en su cuenta de Truth Social.

El líder republicano, que no ha aceptado nunca su derrota en las elecciones de 2020, no ha aceptado tampoco que tuvo una mala noche en Filadelfia y que Harris, a la que siempre ha despreciado y minusvalorado, se impuso. El impacto exacto de un debate entre los votantes y sus intenciones no se puede cuantificar, pero que ella estuvo mejor, no cometió errores y sacó de quicio a su rival lo dicen prácticamente todos los analistas, las encuestas y muchos de los republicanos, en público y sobre todo en privado.

Trump estuvo contenido al principio pero cayó en todas las trampas de la demócrata. Cada vez que salía un tema incómodo para ella le bastó apelar al ego de Trump, diciendo por ejemplo que la gente se aburre en sus mítines y se va antes de tiempos, o que los líderes mundiales se ríen de él y lo consideran "una desgracia". En esas situaciones, tres o cuatro, el multimillonario perdió los nervios y la compostura, para satisfacción de la vicepresidenta del país. Que sólo tuvo que esperar mientras él difundía bulos insostenibles, como que los inmigrantes haitianos se están comiendo los perros y gatos de los ciudadanos de Ohio o que en algunos estados los demócratas amparan leyes que permiten "ejecutar a niños recién nacidos", y a que se enredara, furioso, con los moderadores.

Trump, que nunca admite un error, ha preferido por tanto no volver a batirse con Harris. La vicepresidenta pidió, eufórica, un segundo debate (el tercer del ciclo electoral si se cuenta el que tuvieron Trump y Biden en junio) nada más concluir el anterior, el martes en la ciudad de Filadelfia. Y si bien en un primer momento los republicanos dijeron que lo habría, y entre ellos de forma destacada Lara Trump, la nueva del ex presidente y copresidenta del Comité Nacional Republicano, ahora su líder cierra la puerta.

El equipo republicano, consciente de que había salido mal, bajó a Trump a la sala de prensa apenas una hora después de que los focos se apagaran, algo que jamás ocurre. Ante los periodistas desfilan congresistas, senadores, gobernadores y aliados, pero nunca los candidatos. Era parte de la estrategia de contención de daños, que ha seguido por negar completamente que se perdiera y ahora por evitar una nueva oportunidad de marcar las diferencias.

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