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Chris Columbus tenía tan sólo 24 años cuando escribió Gremlins. Estaba recién graduado de la universidad de cine y vivía en un loft de Nueva York; ahí escuchaba casi todas las noches a los ratones moverse entre las paredes, lo que le dio la inspiración para hacer un guion sobre unas creaturas aterradoras que hacen maldades durante la noche.
Pero este guion era tan sólo una prueba de escritura que Columbus envió a diferentes estudios para demostrar su talento como guionista. Nunca imaginó que la idea le encantaría nada más y nada menos que a Steven Spielberg, quien produjo el proyecto en su estudio Amblin Entertainment.
En los primeros borradores del guion, Columbus había escrito escenas mucho más sangrientas y violentas. Se podían leer escenas en donde los gremlins atacaban al Dr. Futterman encajándole un montón de agujas hipodérmicas en el rostro, se comían a los clientes de un McDonalds, decapitaban a la mamá de Billy y se cenaban a su perro antes de aventar su cabeza por las escaleras.
Warner Bros, Steven Spielberg y Joe Dante, director del filme, le pidieron a Columbus que reescribiera el guion para convertirlo en una película de terror familiar.
La experiencia de Spielberg al trabajar con Columbus como guionista fue tan buena, que más adelante le compró el guion de Los Goonies. Y finalmente, decidió darle una oportunidad en la silla del director con "Mi pobre angelito", película que catapultaría la carrera de Chris Columbus.
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