El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ya se había pronunciado hace tiempo al respecto de la imposición arancelaria de Trump, advirtiendo que los números eran mayores de lo esperado, y que era posible que EEUU se enfrentara a negativas consecuencias.

Este miércoles volvió a hacer un llamamiento a la cantidad aumentada de los aranceles, que, cuando menos en la actual guerra económica entre Estados Unidos, no paran de aumentar. 

“Nuestra obligación es mantener bien ancladas las expectativas de inflación a largo plazo y garantizar que un aumento único en el nivel de precios no se convierta en un problema de inflación constante”, dijo Powell el miércoles en un discurso para el Economic Club de Chicago.

“Podríamos encontrarnos en el difícil escenario en el que los objetivos de nuestro doble mandato estén en tensión”, dijo. “Si eso ocurriera, consideraríamos qué tan lejos está la economía de cada objetivo, y los horizontes temporales potencialmente diferentes en los que se anticipa que esas respectivas brechas se cerrarán”.

Por supuesto, sus comentarios no dista de aquellos que declararía hace semanas, mostrando preocupación por la inflación que podría desatarse gracias a los gravámenes que Trump ha estado imponiendo a la mayoría de naciones.