El enfrentamiento entre Jake Paul y Gervonta “Tank” Davis apuntaba a ser uno de los eventos deportivos más mediáticos del 2025. Programado originalmente para el 14 de noviembre en el Kaseya Center de Miami, el combate iba a marcar una nueva etapa para el boxeo en plataformas de streaming, transmitido por Netflix.

La expectativa era enorme: por un lado, Davis (30-0-1, 28 KOs), campeón de peso superligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), considerado una de las mayores estrellas del boxeo actual. Por el otro, Jake Paul (12-1, 7 KOs), el influencer convertido en boxeador profesional, quien ha sabido atraer a millones de espectadores y abrir el deporte a nuevas audiencias.

La promotora Most Valuable Promotions (MVP), cofundada por Jake Paul, confirmó la cancelación tras conocerse una demanda civil interpuesta contra Gervonta Davis por su expareja, Courtney Rossel, quien lo acusa de agresión agravada, privación ilegal de la libertad, secuestro y ocasional intencionalmente angustia emocional.

La denuncia, presentada en el condado de Miami-Dade, agravó la ya complicada situación legal del pugilista estadounidense. De acuerdo con MVP, la decisión se tomó luego de “trabajar estrechamente con todas las partes para manejar la situación de manera responsable”

"Si bien no seguiremos adelante con este evento, mantenemos nuestro plan de que Jake Paul encabece un evento en Netflix en 2025”, señaló Nakisa Bidarian, CEO de Most Valuable Promotions.

Ante la cancelación, el equipo de Jake Paul intentó mantener vivo el evento del 14 de noviembre, buscando sustitutos de última hora. Según reportes, contactaron a Francis Ngannou, Ryan García, Andre Ward y Nate Díaz.

Finalmente, MVP optó por cancelar todo el evento, aunque confirmó que Jake Paul regresará al ring en 2025 con una nueva pelea transmitida por Netflix. Los detalles sobre el oponente, la sede y la fecha se anunciarán más adelante.

Ambos tenían mucho que ganar: Davis buscaba recuperar ingresos y visibilidad tras sus escándalos, mientras que Paul buscaba consolidarse como un boxeador serio y no solo como una celebridad.

La cancelación deja en pausa uno de los proyectos más ambiciosos del boxeo moderno y abre interrogantes sobre el futuro de Gervonta Davis, cuya carrera parece más atada a los tribunales que al cuadrilátero.