-El fracaso de una persecución-

Por César Adrián - octubre 02, 2022

 

Dos de octubre no se olvida...

Por. César Adrián Castro


 


Aguilar

La represión es un fenómeno que se ha desarrollado en el país para satisfacer la percepción única de estado donde exista una concordia aunque esta sea falaz.

Una de las más fructíferas banderas de la izquierda mexicana ha sido el tan comentado 2 de octubre de 1968, el cual mostró sin duda el autoritarismo del gobierno federal ante la exigencia de una esperanza de vida nueva y distinta del modelo económico de país que solo beneficia a unos cuantos.

Este suceso reveló sin duda la paternidad indiscutible de su autoría a través de una indagatoria de la fiscalía especial, que concluyó lo que ya existía en el imaginario popular, el cual conoce perfectamente los rostros de estos responsables de la masacre estudiantil que aglutinó muertos, presos, desaparecidos, cárceles clandestinas, centros de tortura, etc.

No obstante estos hechos quedan de manera permanente en la memoria a través de los testimonios grabados y vistos por quienes sobrevivieron a los acontecimientos, los cuales siguen buscando donde quedaron los desaparecidos o sus cuerpos y quien o como pagará por estos hechos.

Pero el problema no es siquiera la falta de castigo a los responsables, sino la poca claridad sobre una verdad necesaria que no ha sido atendida, pues no se ha conseguido ni siquiera el objetivo de justicia y reconciliación que se ha buscado para darle la vuelta a la página.

Solo se han conseguido gestos simbólicos de integración de órganos de fiscalización, los cuales culminaron en la realización de un señalamiento público muy limitado por la gravedad de lo que aconteció en Tlatelolco.

El daño moral permanece atado a la imaginación colectiva como una venganza insatisfecha, y sigue sin importar la poca claridad sobre una verdad ineludible que no ha traído culpables castigados, pues solo se han dicho cuestiones relativas, ya que el hecho de imputar a los asesinos sus responsabilidades ha sido imposible debido al trueque entre partidos políticos que imponen el silencio de los muertos a cambio de alcanzar los acuerdos parlamentarios que beneficien a los poderosos donde la justicia para los sacrificados del 68 sigue durmiendo el sueño de los justos.

¿Qué Pasará?

Mentas y mentadas.- una_299@hotmail.com

 

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