Los políticos de las diversas filiaciones partidistas son una raza excepcional, que desconoce la convicción y lealtad.  

Muchos no tienen empacho a venderse al mejor postor y no perder las gracias del poder, si su partido se los niega.  

Los próximos acontecimientos que se registrarán en el ámbito electoral del país, retratarán de cuerpo entero a esos vividores de la política que lo que buscan es el hueso para aprovechar las mieles del poder político-económico.  

Atrás dejarán el acartonado discurso de fidelidad al personaje, que les dio oportunidades, poder y por ende dinero.  

En cuanto les nieguen otra chanza de estar pegados a la ubre presupuestal se "dejarán caer en brazos" de quienes anteriormente criticaban que gustosos recibirán sus despojos y los "harán suyos".  

Esta circunstancia de quiebra política será prodiga de casos como los que hoy nos ocupan y en verdad es lo que menos importa, pues esos actores políticos, tanto mujeres como varones son filibusteros, que todo se lo deben al sistema político mexicano.  

En el ámbito local, se darán a conocer varias deserciones por ya no tener las puertas abiertas para espacios de participación en cargos de elección popular.  

Varias de ellas, serán muy comentadas pues sorpresivamente pondrán fin a una larga militancia en sus partidos.  

Tal es el caso de varios perfiles Aispuristas que sin ninguna turbación cambiarán la camiseta y se pondrán la que mejor les convenga. 

Las adhesiones a partidos afines al movimiento de regeneración nacional, (Morena), son parte de su estrategia para buscar cobijo a sus saqueos y evadir la acción de la justicia.  

Algo que en el nuevo gobierno se les niega y la MORENA coqueta y obsequiosa les insinúa, pues la 4T es coqueta con algunos y desdeñosa con otros.  

Y como dice el dicho no tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre.  

¡Espérense a las carnitas!  

#LaHistoriaSigue  

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