El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ofreció este lunes el compromiso a largo plazo de su país en la reconstrucción de Ucrania y lo calificó como una inversión para el futuro.

En su discurso de apertura en una conferencia que Japón coorganizó con el Gobierno ucraniano y organizaciones empresariales, Kishida dijo que la cooperación pública y privada japonesa será una asociación a largo plazo basada en la inclusión, el humanitarismo, así como la tecnología y el conocimiento.

Kishida destacó también la importancia de la inversión en todas las industrias para el futuro del desarrollo de ese país y garantizar que el apoyo satisfaga las necesidades de Ucrania. Además, se firmaron más de 50 acuerdos de cooperación entre agencias y empresas gubernamentales japonesas y ucranianas, y Kishida anunció la apertura de una nueva oficina comercial en Kiev.

Invertir en Ucrania es "también una inversión para Japón y el mundo"

Entre los acuerdos suscritos destacó la promesa de Japón de entregar 15.800 millones de yenes (105 millones de dólares o unos 97 millones de euros) en nueva ayuda para Ucrania, con el propósito de financiar el desminado y otros proyectos de reconstrucción que se necesitan con urgencia en los sectores de energía y transporte, indicó el Ministerio de Asuntos Exteriores.

El apoyo a la reconstrucción de Ucrania consiste en "invertir en el futuro", dijo Kishida. “La guerra en Ucrania continúa en este mismo momento y la situación no es fácil. Sin embargo, la promoción de la reconstrucción económica no es solo una inversión para el futuro de Ucrania, sino también una inversión para Japón y el mundo entero”.

Japón espera impulsar el apoyo global a Ucrania mientras la guerra se prolonga y la atención se desvía hacia el conflicto en Gaza. El enfoque de Japón en la reconstrucción, en parte debido a sus restricciones legales al suministro de armas letales, contrasta con el de muchos países occidentales, cuyo apoyo principalmente militar enfrenta un escrutinio cada vez mayor sobre los costes. Un nuevo paquete de ayuda estadounidense a Ucrania sigue de hecho estancado en el Congreso.