La ciudad más grande de China fue confinada durante dos meses en la primavera y las estrictas condiciones enojaron a algunos de sus 25 millones de residentes. 

A partir del 1 de junio, se levantaron la mayoría de las restricciones, pero algunos vecindarios permanecieron cerrados temporalmente después de que se descubrieron algunos casos. Pero las autoridades iniciaron una nueva tanda de controles en la mitad de las regiones de Shanghái y cerraron los bares de karaoke después de que se descubrieran algunas infecciones en esos establecimientos.

Cinco semanas después de que se levantara el confinamiento, algunos residentes temen que regresen las restricciones.