Los sondeos de opinión comienzan a dibujar tenuemente quién de los aspirantes al gobierno pudiera ser el (a) "valiente", que encabece los esfuerzos por sacar adelante a nuestro sufrido país, que sigue a la espera de justicia con equidad y desarrollo.

Sin asesores en la 4T que se aboquen a tejer fino, no está resuelto nada para nadie, pero hay candidatos que tienen mucho a favor y comienzan a destacar como opción válida para darle un nuevo giro a Durango.

La aún jefa de gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum, tiene la fortaleza del apoyo sin cortapisas del presidente López Obrador, aunque posterior a la convocatoria los cuatro teístas se deshagan en asegurar que existe piso parejo para todos los aspirantes a la silla presidencial.

Sin duda la aspirante vive un gran momento para llegar a la candidatura primero y después a la presidencia por la puerta grande pues es tiempo de las mujeres quienes representan la mayoría del padrón electoral en el país y estadísticamente las mujeres votaron un 8% más que los hombres en la pasada elección presidencial.

Si se trata de romper con los viejos moldes del PRI y PAN, autoritarios, caciquiles al servicio de camarillas políticas, puede ser una opción válida

En tanto Marcelo Ebrard Casaubón, con un gran bagaje en tareas de la 4T; exsecretario de relaciones exteriores, exjefe de Gobierno de CDMX; con una excelente hoja de servicios en la administración pública tiene la fuerza de representar a los morenistas de avanzada, no radicales, quien pese a no ser el más consentido de AMLO vive un gran momento como aspirante segundo lugar en las encuestas.

El gran dilema estriba en el hecho que los demás aspirantes enfrentaran la aventura de la elección interna en las mismas condiciones que sus demás competidores, aunque la pelea es entre dos.

Cada día que pasa falta un día menos, y la decisión se acerca cada vez más.

En tanto, a todos los aspirantes se les soltó la rienda para que a partir del día 16 de junio ver el músculo de cada uno de ellos, aunque está muy distante la decisión final...Simplemente no hay nada para nadie.

Mientras tanto bien dice el adagio popular: el que no cae, resbala.

¡Hagan sus apuestas!

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