Emblema de la animación japonesa, el Studio Ghibli celebra este mes 40 años de su fundación, con dos premios Óscar y generaciones de fieles seguidores, conquistados por sus relatos y su universo visual únicos, completamente dibujados a mano. 

Fundado en junio de 1985 por Hayao Miyazaki e Isao Takahata, fallecido en 2018, Studio Ghibli se ha convertido en un fenómeno cultural mundial gracias a obras maestras como Mi vecino Totoro (1988) y la ganadora del Oscar El viaje de Chihiro (2001). 

El éxito de Ghibli se vio recientemente reforzado con un segundo Oscar, otorgado en 2024 a El Niño y la Garza como mejor película de animación. 

El estilo visual de Studio Ghibli, calificado como nostálgico, es tan reconocible que las redes sociales se inundaron recientemente con imágenes "al estilo Ghibli", generadas por la última herramienta de inteligencia artificial de OpenAI, lo que reavivó la polémica y el debate sobre los derechos de autor. 

Las películas del Studio Ghibli también dibujan un universo donde los humanos mantienen un vínculo profundo con la naturaleza y el mundo de los espíritus, como en La princesa Mononoke (1997). Esta fábula, en la que una joven criada por una diosa loba intenta defender su bosque amenazado por los humanos, es "una película seria, sombría y violenta", opina Napier. 

Las obras del estudio japonés tienen "una dimensión ecologista y animista, muy pertinente en el contexto actual del cambio climático", añade, precisando que los dos hombres también estaban "muy comprometidos políticamente". 

El futuro del Studio Ghibli sigue siendo incierto: El Niño y la Garza (2023) podría ser la última película de su fundador Hayao Miyazaki, de 84 años. 

Miyazaki es "un artista increíble con un imaginario visual excepcional", señala Napier. "Ghibli es tan querido que creo que seguirá viviendo", concluye Margot Divall, una fanática desde hace mucho tiempo.