En Acapulco la falta de atención médica y brote de enfermedades preocupa a habitantes y autoridades
A causa de brotes de dengue y diarrea, especialistas alertan sobre la alza de casos en Acapulco, los habitantes señalan la falta de médicos y medicinas.
La carencia de agua potable y toneladas de basura que se encuentran en las calles de Acapulco preocupan a los habitantes, pues la situación en la que se encuentran los hospitales y clínicas municipales están dañadas por el huracán Otis, algunas otras no cuentan con el personal suficiente o el sistema falló por la falta de energía eléctrica.
Residentes de Acapulco, expusieron la falta de medicamentos, la cancelación o las citas que conllevan un gran tiempo de espera para ser atendidos, Laura Gómez, coordinadora del equipo de emergencia de Médicos Sin Fronteras, informó que hay un riesgo muy alto de brotes infecciosos de dengue y diarrea.
Los daños causados por el huracán a la infraestructura médica, los problemas de suministro de agua y electricidad, están provocando fuertes afectaciones en los servicios médicos.
Con ello, las condiciones ambientales, la acumulación de basura en la ciudad, deslizamientos de tierra e inundaciones por el desbordamiento de ríos, pueden generar estos brotes infecciosos, explicó la coordinadora.
El "edificio inteligente", construido para ser sede de la Secretaría de Salud (Ssa), plan fallido del presidente Andrés Manuel López Obrador para descentralizar las dependencias federales, se encuentra sobre la Costera Miguel Alemán, a un costado del mercado municipal, destruído por Otis, y rodeado de colonias pestilentes por los cerros de basura.
Este edificio monumental, moderno, soportaron el paso del huracán pero sus puertas siguen cerradas, no hay personal que atienda a los ciudadanos, en la parte exterior se encuentran varias ambulancias y vehículos con el objetivo de trabajar en campañas de salud, están empolvados, sin utilizar a pesar de la emergencia sanitaria.
“Es un elefante blanco”, dijo Bertha Jiménez, quien fue asistente médico durante 25 años en el IMSS, y reprochó lo que calificó de pésima atención en todos los hospitales públicos de Acapulco después del paso de Otis.
Los pacientes deben esperar horas en largas filas para ser atendidos. Hay enfermos de urgencias en camillas en los pasillos de clínicas y hospitales del IMSS, ISSSTE y Secretaría de Salud.
En la clínica de medicina familiar del ISSSTE en Acapulco, que sufrió daños por Otis en plafones y paredes falsas que se colapsaron, tampoco hay internet y, por lo tanto, las citas programadas se cancelaron y todos tienen que esperar.
En las zonas rurales de Acapulco, el panorama es aún peor: comunidades enteras sin médicos ni medicamentos en la clínicas. Ahí ya se registran casos de dengue y diarrea por falta de agua potable, ante el casi absoluto abandono de autoridades, que se concentran en apoyos en la costera del puerto.
En la población rural, a lo largo de tres semanas, la Secretaría de Marina ha llevado en dos ocasiones a personal de Salud para dar consultas y entregar medicamentos donados por la población civil.
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