Kenia debutó en 2015 en YouTube con un grupo de creadores que construyeron una audiencia fiel con vlogs de estilo de vida, belleza y moda. Al ganar popularidad, formó su propio equipo, "Team Os", y luego siguió sola, lo que impulsó aún más sus redes. Hoy suma más de 5 millones de suscriptores en YouTube y cuenta con cientos de videos que superan los 800 millones de reproducciones. 

En 2018 debutó en la música con el sencillo Por siempre bajo el sello Lizos Music. En 2020 lanzó el EP Canciones pa' mi ex, vol. 1, y en 2022 firmó con Sony Music México, publicando los discos Cambios de luna y K23 —este último con un concepto futurista que marco su consolidación. 

Si algo ha sabido hacer bien Kenia Os es elegir con quién compartir micrófono. Más allá de las cifras, sus colaboraciones son momentos clave que muestran su capacidad de adaptación, su intuición musical y, sobre todo, su visión para conectar con distintas audiencias. 

En 2024, dio un paso inesperado hacia el EDM con “Replay”, un tema junto a Steve Aoki que nos presentó a una Kenia más atrevida, bailable y global. El sencillo, con estética gamer y vibras de festival, mostró que la sinaloense puede plantarse sin miedo frente a un titán de la electrónica. 

Kenia es una influencer innata. En Instagram supera los 17 millones de seguidores con un engagement del 5 %—muy alto para su escala. En TikTok ronda los 20 millones, y cuenta con cerca de 6,7 millones de escuchas mensuales en Spotify . 

Y entonces llegó Peso Pluma. Después de una serie de coincidencias públicas —apariciones en Nueva York, miradas cómplices en eventos, fotos juntos en el Super Bowl—, llegó la confirmación: estaban juntos. Kenia lo dijo con una sonrisa tímida pero clara en marzo de 2025: “Estoy muy feliz”. Desde entonces, han sido una de las parejas más fotografiadas del pop mexicano. Besos en París, escapadas a Tulum, comentarios cruzados en redes… su historia ha sido seguida paso a paso. Incluso ha habido drama: la exnovia de Peso, Diana Esparragoza, lanzó indirectas en redes tras el anuncio. Pero ni eso ha detenido la historia.