Hoy decenas de cadetes de la generación 2024 concluyeron con éxito su formación para ser policías, rodeados de sus familias y autoridades que dieron fe de su logro, en las instalaciones del Instituto Superior de Seguridad Pública del Estado.

Orgullo y deber, marchas y discursos, elementos claves con los que hoy fueron graduados los ya elementos de seguridad municipal y penitenciaria, con vistas a proteger la paz y tranquilidad para bien de la población civil.

Con solemnidad protocolaria se llevó a cabo, también, la quema de una bandera que, al mismo tiempo que los hoy policías, concluía su servicio como máximo representante simbólico de la nación tras más de 10 años, fue su último izaje mostrando sus ya cansados colores.

Su reemplazo no se hizo del rogar, siendo entregado e izado en ese mismo instante para presentarle a sus vibrantes color y al águila de su escudo los orgullosos cadetes sosteniendo sus constancias y sus cinturones.