Hace tres años la empresa de reciclaje ya había recibido una multa que ascendía a los 15 millones de pesos, a razón de más de 40 irregularidades. Cualquiera pensaría que para evitar ser centro de atención de la autoridades, la compañía mejoraría estas áreas para evitar ser sancionada.

Sin embargo, este mundo no siempre responde a la preocupación medioambiental, y cuando el daño permanente se arregla, a nivel jurídico, con un monto pagable de dinero, el contaminar parece solo tener repercusiones cuando no tienes recursos económicos.

Así que no, Zinc Nacional siguió operando con relativa normalidad, al menos la suficiente para que tomara tres años para que investigaciones de la UNAM señalaran contaminación de arsénico, cadmio, plomo y zinc.

Claro que los contaminantes ponen en riesgo a la población de Nuevo León, por lo que ahora mismo son varios los organismos medioambientales que se encuentran investigando y analizando las medidas necesarias.

A todo esto lo único que queda es confiar en que las autoridades impongan una sanción ejemplar, que este caso sirva para ahuyentar a cualquier otro acaudalado de amasar su riqueza a costa de la salud de la población, de otro modo solo servirá para darnos a entender que nuestro medio y nuestra salud tiene un precio razonable ante los ojos de la ley.