La central de Noruega que sufre pérdidas de memoria desde los 16: Tuva Hansen 🤯

Por Rodrigo Aparicio - julio 17, 2025

 Tuva Hansen: La central de Noruega que sufre pérdidas de memoria desde los 16

Con la cinta roja en la coleta y la mirada siempre alerta, Tuva Hansen (Stavanger, 1997) es el sostén de la defensa noruega. Lo que no se ve tras sus anticipaciones eléctricas es una batalla íntima: desde los 16 años padece lagunas de memoria provocadas por una grave conmoción cerebral. Hoy, cada vez que salta al césped —ya sea con el Bayern o con la selección— disputa también su propio partido contra el tiempo y el olvido.

En 2013, durante un encuentro con la sub-17, la entonces lateral sufrió un duro cabezazo en la sien. Perdió el conocimiento, fue evacuada al hospital y despertó sin retener casi nada de su niñez. “No recuerdo los cumpleaños, ni mi primer día de colegio”, reconoce a El País. Esa amnesia global dejó secuelas: vacíos en la memoria reciente y ‘apagones’ de pequeños detalles cotidianos. Para aferrarse al presente realiza ejercicios cognitivos diarios —sudokus, listas por colores, meditaciones guiadas— que estimulan la retención a corto plazo.

Lejos de frenarle, la lesión templó el carácter de Hansen. Capitaneó al Klepp IL, lideró al SK Brann Kvinner hacia la histórica liga de 2021 y, en 2023, fichó por el Bayern. En Múnich ya suma tres Bundesligas y se ha ganado fama de central agresiva (1,65 m, pero 72 % de duelos aéreos ganados) y lateral improvisada cuando el juego lo exige.

Para compensar las posibles desconexiones, la central ha convertido la anticipación en arte: estudia vídeos rivales con un bloc donde anota patrones ofensivos. Si la jugada se esfuma de su mente durante el partido, un gesto acordado con su arquera (un golpe al guante) activa el automatismo defensivo preparado en la víspera. Esa disciplina ha convencido a la seleccionadora Gemma Grainger, que ve en ella “la futbolista más fiable cuando todo se desordena”.

La Federación Noruega consultó a neurólogos del Hospital Ullevål: concluyeron que la amnesia se mantiene estable y, por ahora, no deriva en riesgo neurodegenerativo. Aun así, un equipo de psicólogos deportivos la acompaña para prevenir ansiedad post-trauma. “No temo a otro golpe; temo olvidar la alegría de jugar”, confiesa la propia jugadora.

La capitana de facto de la zaga nórdica ha dejado una huella de fiabilidad y coraje. Su batalla contra las lagunas de memoria continúa: cada minuto jugado refuerza la certeza de que, aunque partes de su pasado se desvanezcan, el presente —fútbol en mano— lo sigue controlando con la misma determinación que la llevó del accidente a la élite europea.

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