La constante evolución del tenis mexicano para volver a conseguir grandes cosas🎾🇲🇽
El Tenis Mexicano y su constante evolución para volver a conseguir grandes cosas
En la década de los 90, el tenis mexicano tenía una continua participación en los torneos ATP, incluidos los Grand Slams, además, no solo se festejaba la aparición de un jugador de nuestro país en esos eventos, sino que las victorias eran constantes; sin embargo, hoy en día eso quedó atrás y únicamente hay destellos de este deporte nacional a nivel mundial con Renata Zarazúa y Rodrigo Pacheco.
Renata ha clasificado a los cuatro Grand Slams y es la tenista nacional que participa constantemente en torneos profesionales para mantener su ranking, el número 71.
En este año, Zarazúa se ha dedicado a jugar puros torneos WTA, dejando de lado los eventos ITF, lo cual le ha servido para sumar puntos en el ranking mundial, aún quedándose en la primera o segunda ronda de los certámenes.
El año pasado llegó a ubicarse en el sitio 51 de la clasificación, lo que le permitió en este 2025 entrar directo a algunos torneos de y a los tres Grand Slam que van de la temporada: Australia, Roland Garros y Wimbledon.
En sus ocho apariciones en un Grand Slam, en dos oportunidades ha pasado la primera ronda, pero ya llegar a la tercera no se le ha dado y ese es un paso que le falta.
El mejor resultado que ha tenido Rodrigo en esos eventos fue este año en el Abierto de Acapulco, donde llegó a la tercera ronda, un resultado que le ayudó a impulsarse en el ranking para meterse dentro del top 250.
Fuera del país juega en torneos ITF y Challengers, donde busca sumar puntos con la finalidad de que su ranking le dé a futuro la posibilidad de disputar torneos ATP; sin embargo, ya debería de haber dado un paso más en estos eventos, donde ha sido invitado y él mismo considera que aún está en crecimiento deportivo.
En la década de los 90, el tenis mexicano tenía mucha presencia a nivel mundial con una buena generación integrada por Angélica Gavaldón, Leonardo Lavalle, Luis Enrique Herrera y Alejandro Hernández, quienes competían de manera constante en torneos Grand Slam.
En esa década, Gavaldón llegó hasta cuartos de final en el Abierto de Australia de las ediciones de 1990 y 1995, mientras que en 96 alcanzó su mejor ranking mundial con el sitio 34.
Después de ella, pasaron muchos años para que una mexicana estuviera dentro del cuadro principal de un Grand Slam. En el 2000, en el Abierto de Australia, fue la última aparición de Angélica en un Grand Slam, por lo que transcurrieron 20 años en que una compatriota clasificará de nuevo a un torneo grande y fue por conducto de Renata Zarazúa, quien entró al cuadro principal del Roland Garros.
Posteriormente se dio otro destello en el tenis mexicano y fue con Fernanda Contreras, quien en el 2022 clasificó a tres Grand Slams: Roland Garros, Wimbledon y US open, pero después de ese año destacado la mexicana no ha vuelto a destacar.
Alejandro Hernández cerró la década de los 90 con su participación en Wimbledon 1999. Después pasarían ocho años para que otro tenista nacional volviera a jugar en un Grand Slam. La sequía la rompió Bruno Echagaray, quien en 2007 clasificó al US Open, por medio de la qualy; este fue su máximo logro profesional en el mejor año de su carrera, donde consiguió su mejor ranking en la ATP al colocarse en el lugar 156 en el mes de junio.
A partir de ahí, ningún tenista varonil mexicano ha clasificado a un Grand Slam de manera individual. Otros tenistas que han logrado destacar de manera juvenil e incluso culminar esa etapa de su carrera como número uno del circuito mundial, pero ya como profesionales se perdieron en el camino, tal caso fue con César Tiburón Ramírez y Diego Peralta, quienes eran promesas del deporte blanco de nuestro país, pero no sobresalieron en el circuito profesional.
Ahora en la rama varonil existe la esperanza con Rodrigo Pacheco para que un mexicano pueda estar presente en un Grand Slam o que mínimo comience a trascender.
0 Comentarios