La voleibolista “Vicky San” cómo le decían de cariño deja un gran legado y a la vez un enorme vacío.

El deporte duranguense se viste de luto al despedir a una de sus más grandes leyendas, la voleibolista Vicky "San" Najera, como cariñosamente era conocida, deja un legado imborrable y un vacío profundo en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerla y admirar su talento.

Virginia Najera García inició su trayectoria en el voleibol en 1973 con el equipo del IMSS, bajo la tutela del entrenador Raúl López Saldivar. Junto a jugadoras como Alicia Andrade Mtz, Ana Isabel Frías Herrera y Eva Patricia Rosales Aguilera, marcó una época dorada para el voleibol de Durango, defendiendo con pasión los colores de la institución que la vio crecer hasta llegar a la Selección Nacional en 1975. Su dedicación y destreza la llevaron a representar a México durante más de 15 años, destacando como una de las máximas exponentes a nivel mundial en la posición de colocadora.

Precursora en el profesionalismo Vicky Najera incursionó en el voleibol de paga en Japón con el equipo del Ito Yokado y en Santa Cruz de Tenerife, España, donde alcanzó la cima al coronarse campeona y ser reconocida como la jugadora más valiosa. Siempre fiel a Durango, cosechó campeonatos en diversas categorías y representó con orgullo al equipo SUTERM, mientras simultáneamente desarrollaba su carrera laboral en la CFE en la Ciudad de México.

En la actualidad, Vicky residía en Durango junto a su familia, dejando un legado de esfuerzo, disciplina, entrega, coraje y amor por su tierra natal y por México. Su formación bajo la tutela del entrenador Park Ji Kuk, de origen coreano, y sus logros en competencias nacionales e internacionales, incluyendo medallas en los Juegos Centroamericanos, la convierten en un ícono del voleibol y un orgullo para Durango.

Con su participación en múltiples Campeonatos Mundiales y eventos como NORCECA y Juegos Centroamericanos, Vicky Najera dejó una huella imborrable en la historia del voleibol mexicano y en el corazón de quienes la conocieron. Su legado perdurará como un ejemplo de pasión y dedicación para las generaciones venideras. Descanse en paz, Vicky Najera, su memoria vivirá eternamente en el deporte duranguense.