Uno de los fabricantes de automóviles más grandes de China había mostrado interés en el territorio nacional, esto para construir una fábrica en México, todo parecía ir viento en popa, hasta que las amenazas de Trump comenzaron a enfriar la relación.

Se trata de BYD Auto, y el proyecto se esperaba que creara 10 mil empleos y costara aproximadamente 600 millones de dólares se ha estancado en medio de la guerra comercial de Donald Trump, que se intensificó esta semana cuando anunció nuevos aranceles a los automóviles.

La construcción fábrica estaba planeada en Jalisco, sin embargo, la secretaria de Desarrollo Económico de Jalisco, Cindy Blanco, comentó que “Por el momento, no estamos buscando activamente inversiones chinas, pero si estamos muy conscientes de las implicaciones. Por eso, buscamos una agenda alineada con la de Estados Unidos”.

Declaraciones como estas, de la mano de los intentos de la mandataria nacional de no perder a Estados Unidos como socio económico, han derivado en el posible recular de más de una empresa china, más considerando la focalizada guerra económica entre EEUU y China, en temas de aranceles y en el Canal de Panamá, con el retraso a los planes de la venta de dos puertos chinos.