𝗔𝗳𝗶𝗹𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗹𝗮𝗽𝗶𝗰𝗲𝗿𝗼

𝗣𝗼𝗿. - 𝗖é𝘀𝗮𝗿 𝗔𝗱𝗿𝗶á𝗻 𝗖𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗔𝗴𝘂𝗶𝗹𝗮𝗿

Según el proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación 2026 a Durango se le asignará un monto de 42 994 millones de pesos en gasto federalizado, lo que supone un incremento de alrededor del 3.4 % respecto al aprobado para 2025 que fue de 40 163 millones.

Ese aumento, en apariencia modesto, debe verse como una ventana de oportunidad institucional para consolidar la administración pública local, la coordinación intergubernamental y el uso estratégico de los recursos.

Aunque no todos los detalles por rubro están abiertos al público para Durango, los documentos del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) permiten identificar los grandes segmentos que componen el gasto federalizado:

Las “Participaciones Federales” (Ramo 28) para Durango pasarían de 17 838 millones en 2025 a 20 263 millones para 2026, un aumento de 9.8 %.

Las “Aportaciones Federales” (Ramo 33) y demás rubros como convenios y salud pública también forman parte del total del gasto federalizado, aunque con menor grado de desagregación pública para el estado.

Las participaciones son de libre disposición (menos condicionadas), lo cual obliga a una mayor capacidad de planeación estratégica del estado y los municipios.

Las aportaciones, en cambio, hallan su uso dentro de esquemas más reglados (educación, salud, infraestructura social), lo que exige cumplimiento de metas, estándares de gestión y rendición de cuentas.

Los convenios y los subsidios, aunque representan una fracción menor, conllevan riesgos de alta supervisión y de alineación política-administrativa para asegurar que se conviertan en verdaderas inversiones y no sólo en gasto visible.

Si la institución estatal o municipal no cuenta con la programación, seguimiento o personal técnico adecuados, el riesgo es que los recursos queden estancados, mal aplicados o se utilicen para gasto corriente sin impacto estructural.

El hecho de que Durango reciba 42 994 millones de pesos en gasto federalizado refuerza su dependencia del flujo federal. Una gobernanza moderna requiere que la entidad incremente sus ingresos propios, fortalezca su recaudación local, diversifique su base financiera y reduzca su vulnerabilidad a variaciones en el ingreso federal. Estudios muestran que muchas entidades aún dependen en más del 80 % de sus ingresos de las transferencias federales.

Mayor volumen de recursos exige mayor exigencia en rendición de cuentas. La asignación de gasto federalizado recae no sólo en el gobierno estatal, sino también en municipios.

Los recursos adicionales pueden inducir a priorizar acciones que generen visibilidad inmediata como las obras publicas en lugar de reformas institucionales profundas, infraestructura sostenible, mejora de servicios públicos o fortalecimiento institucional. Esto tiene implicaciones para la calidad y la durabilidad del desarrollo.

Con el aumento proyectado, Durango tiene la oportunidad de diseñar un Plan estatal de inversión estratégica, que vincule los recursos del gasto federalizado con los ejes del Plan Estatal de Desarrollo, priorizando infraestructuras críticas, salud, educación, seguridad y desarrollo económico.

Aprovechar la mayor asignación de participaciones para impulsar innovaciones institucionales: modernización de la administración pública estatal, fortalecimiento de recaudación local, fomento de la gobernanza digital, coordinación metropolitana y municipal.

La cifra de 42 994 millones de pesos en el proyecto para el gasto federalizado de Durango en 2026 no es solo un dato presupuestal más: es un instrumento institucional y de gobernabilidad.

En términos político-institucionales, dará la oportunidad al estado de convertir recursos mayores en una administración pública más fuerte, más eficiente, más transparente y más autónoma.

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Mentas y mentadas.- una_299@hotmail.com