Esta semana, Hamas anunció que entregará los cuerpos de 4 rehenes y a un rehén con vida, todos de nacionalidad israelí-estadounidense, esto como parte de las negociaciones que el enviado de Trump, Steve Witkoff, logró. A inicios de marzo EU ya había colocado como una prioridad absoluta el rescate de estos rehenes.

Taher al-Nunu, uno de los dirigentes de Hamas comentaría ante los medios que “las cinco personas que Hamas ha aceptado liberar bajo la nueva propuesta estadounidense son o eran prisioneros israelíes con nacionalidad estadounidense”.

Parte del plan que Witkoff está llevando a cabo es la liberación de más rehenes, aunque esto supuso un reto a la estabilidad del cese al fuego que ya había sido pactado con anterioridad, puesto que se buscó ampliar la primera fase del acuerdo anterior mencionado, resultando en una aumento a las tensiones entre Hamas e Israel.

Mientras tanto, una nueva ronda de negociaciones se da en Qtar, donde a los anteriores mediadores se les suma Estados Unidos, resultando en una triad conformada por Egipto, EU y Qtar.

A comienzos del mes, Israel bloqueó las rutas que permitían la entrada de apoyo humanitario hacia Gaza, argumentando que existía un acaparamiento de recursos por parte de los líderes de Hamas, ante esto, la organización palestina solicitaría el apoyo diplomático de los originales mediadores del acuerdo de alto al fuego, Qtar y Egipto.

Hasta hace una semana el acuerdo se llevaba como se planeó, desde el 19 de enero se han liberado paulatinamente prisioneros desde ambas naciones, Hamas liberando a 38 prisioneros de guerra e Israel haciendo lo mismo con 2 mil palestinos prisioneros.

La segunda fase comprendía la retirada de las tropas israelíes del territorio palestino, sin embargo, desde la intromisión estadounidense, Israel ha solicitado ampliar la primera de las fases, con el objetivo de que Hamas libere a todos los prisioneros de guerra.