Luego de una avalancha en el Himalaya indio, cercano al territorio que fronteriza a la India con el Tíbet, en la localidad de Mana, a más de 3,200 metros sobre el nivel del mar; un total de 54 trabajadores de construcción, quienes estaban en labores de crear una carretera, quedaron bajo la nieve, rápidamente hubo una movilización por parte de la policía y existió el rescate de 16 personas.

A la operación se le sumaron elementos, quedando al menos 200 personas realizando labor de rescate para asegurar al resto de trabajadores. Con temperaturas extremas, que descienden a los -12° centígrados, no se escatimó en recursos, helicópteros y drones revisando por aire y perros rastreadores y personal de rescate cubriendo a pie la zona.

Suscitándose el siniestro el viernes 28 de febrero, fueron 36 las horas que tuvieron que soportar los 38 trabajadores restantes, antes de que se fuese efectuando el rescate, coordinado por el ejército de la India.

Sin embargo, para el domingo 2 de marzo se encontró al último de ellos, tristemente aquel que cerró la cuenta de muertos del accidente, dejando un saldo de cuando menos 8 muertos y varios trabajadores heridos.

Las autoridades del país explicó que los sobrevivientes lograron mantenerse con vida al refugiarse en contenedores de metales, que les permitieron estar en un espacio libre de asfixia, a pesar de cubrirse totalmente de nieve.