La actual administración del estado de Veracruz, encabezada por Rocío Nahle se enfrenta a un problema crítico gracias a las inundaciones, no solo se trata de al menos 29 muertos y 18 desaparecidos, a ello se le suma la falta de un colchón y respaldo económico de algún seguro contra desastres naturales.

El gobierno veracruzano habría tomado la decisión de cancelar el seguro que protegería al estado en caso de desastres naturales, que de no haberlo hecho permitiría reconstruir con mayor agilidad y menor impacto económico; con el objetivo de crear un propio seguro a cargo totalmente del estado. 

Desgracia para los ciudadanos, pues el seguro estatal, creado por el gobierno de Nahle, no cuenta con autorización de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, haciendo técnicamente inútil e inoperante la Aseguradora Veracruzana de Servicios Integrales, AVSI por su siglas.

Esto termina de sepultar la esperanza de muchos de los damnificados, que no solo tendrán que lidiar con las pérdidas humanas, sino que no habrá apoyo de reconstrucción por parte del estado, dejando al estado a expensas de una caprichosa naturaleza. Una decisión gubernamental que se confrontó con un futuro impredecible.

Esta polémica se suma a las lamentables declaraciones de Rocío, cuando califico de "ligero" un desastre que dejó fallecidos y desaparecidos, generando duda de los habitantes de la región en sus mandatarios.