A orillas del río Volga se encontraba la ciudad de Kalyazin, la cual alcanzó un importante desarrollo a partir de la construcción del monasterio Makarievski en el siglo XV.
La abadía comprendía varios edificios de gran interés histórico, siendo uno de ellos la magnífica catedral de San Nicolás, construida en el siglo XVIII.
Sin embargo, Stalin ordenó en el año 1940 la construcción del embalse de Úglich, y el emblemático monasterio fue demolido, con la excepción del campanario de la catedral de San Nicolás, que sigue erguido sobre las aguas del estanque Úglich.
La ciudad de Kalyazin fue trasladada a un lugar más elevado.
La belleza del campanario ortodoxo dividido en cinco pisos se ha convertido, con el tiempo en el principal objetivo turístico de la región. Por este motivo, el gobierno decidió apuntalar la estructura y construir a su alrededor un islote artificial, en el que pueden atracar las pequeñas embarcaciones.
Durante el invierno, cuando el estanque se congela, es posible caminar sobre el hielo y acercarse hasta el campanario para visitarlo. Además, una vez al año se realiza en su interior una ceremonia religiosa.
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