Helados Holanda, la marca líder que deleita a millones de mexicanos

Por UNA - septiembre 29, 2022

Con 95 años de compartir experiencias, la marca mexicana atiende a más de 165,000 puntos de venta físicos en el país y continúa innovando su estrategia de crecimiento.

La industria del helado en México tiene un valor de 900 millones de dólares anuales, con un crecimiento anual del 4.5% si se toma en cuenta sólo a las empresas que tienen productos etiquetados, según datos de la Feria Internacional del Helado.

Bajo este panorama, Helados Holanda es una marca líder en el sector, en el que constantemente se ha transformado y evolucionado bajo el objetivo de procurar el bienestar de sus clientes y consumidores.

Por ello, y consciente de que el mundo se mueve a ritmos acelerados, la marca considera que es inherente caminar (e incluso, correr) de la mano de estos cambios. 

Actualmente, Helados Holanda atiende a más de 165,000 puntos de venta a nivel nacional a través de canales tradicionales como tiendas de conveniencia, farmacias, cines y autoservicios, entre otros. También exporta productos como Mordisko a geografías del Caribe y tiene planes a futuro para seguir consolidando la marca en otros países.

Un helado con corazón para los mexicanos

En 1927, México era un país iniciando un proceso de desarrollo en diferentes sectores e industrias y, por lo tanto, capaz de ofrecer grandes oportunidades para quien supiera fijar sus objetivos en el lugar indicado.

Con esto en mente, valiente y perseverante, Don Francisco Alatorre instaló en el jardín del Buen Tono, ubicado a un lado del actual mercado de San Juan en el centro de la Ciudad de México, un puesto de helados. Desde entonces, se propuso crear un producto que ofreciera satisfacción y felicidad en las personas.

Más adelante, con la ayuda de su hermana Doña Carmen Alatorre, Don Francisco abrió una nevería en la esquina de las calles de Gante y Capuchinas (hoy Venustiano Carranza). Para 1938, el negocio llevaba casi una década ofreciendo helados de calidad en su punto de venta, pero también dando servicio a casas particulares. Este sistema permitió que se expandiera rápidamente, hecho que llevó a Doña Carmen a convertir el negocio familiar en una empresa.

De esta manera, el 31 de diciembre de ese mismo año, nació Helados Holanda S. A. de C. V., la cual se dedicó, principalmente, a abrir más neverías. En 1956, se modernizó con una mejor planta de fabricación y, en 1982, se consolidó como el mayor productor de helados y la compañía líder en el mercado mexicano con más de 10,000 congeladores y una compleja red de distribución.

El éxito de Helados Holanda era latente para la década de los 90. La marca ya contaba con una identidad propia, que se había afianzado en el corazón de sus consumidores. Por lo que el paso natural para una empresa en franca expansión era la internacionalización. Así, en 1997, el gigante angloholandés Unilever —multinacional líder en productos de consumo— adquirió Helados Holanda, transformándose en una marca de clase mundial, gracias al lanzamiento de marcas como Cornetto (1997), Magnum y Viennetta (1998) y Solero (2002).

Hoy, de cara a sus 95 años, Helados Holanda continúa caracterizándose por ser una marca auténtica, noble, firme en sus posturas y valores, alegre, divertida y altamente comprometida con la sociedad.

Esta marca es orgullosamente mexicana, humana y empática, consciente en todo momento de las necesidades de sus clientes; pero, sobre todo, al igual que su creador, se trata de una marca valiente y perseverante que no cede ante la adversidad.

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