Paulina Medina expresó con emoción su admiración hacia la escritora, a quien felicitó por su primera publicación individual. Destacó la inquietud que habita sus cuentos, describiéndolos como oscuros, angustiosos y cargados de nostalgia, en los que se percibe un constante anhelo por aquello que no fue. Según Medina, Bonilla construye un discurso literario claro, que trasciende el miedo convencional para adentrarse en un terror que cuestiona, que sacude y que obliga a mirar de frente lo más inquietante de la existencia. Por su parte, Linda Ricalday elogió la potencia de su narrativa, asegurando que sus textos no se pueden soltar hasta haber recorrido cada uno de sus universos macabros.

Durante la presentación, la autora habló abiertamente sobre los temas que la obsesionan: la maternidad y el abandono, su conflicto con la imagen de Dios y su fascinación por el terror crudo que, más que asustar, invita a la reflexión. Bonilla reconoció que muchos de sus personajes surgen de pensamientos intrusivos, de momentos de profunda tristeza e introspección, confesando incluso haber escrito uno de sus cuentos entre lágrimas. Su proceso creativo, explicó, suele iniciar por el final de la historia, lo que considera una manera más clara de construir sus relatos. Con honestidad, admitió tener un lado oscuro que ha sabido explorar a través de la escritura como una forma pacífica de autoconocimiento.

La presentación del libro fue sumamente amena y auténtica. La curiosidad de las presentadoras permitió descubrir detalles significativos sobre su obra, manteniendo cautiva a una audiencia que se mostró profundamente interesada. “Parasomnias” fue recibida como un conjunto literario provocador, en el que cada cuento sorprende por su dinamismo narrativo, personajes únicos y giros inesperados. La obra sumerge al lector en un ambiente inquietante, de un terror inteligentemente construido, que no solo perturba, sino que invita a reflexionar sobre la condición humana, la identidad latinoamericana, y las sombras que todos llevamos dentro.